lunes, 7 de abril de 2014

Reflexiones a la hora de tener un perro


Si estás pensando tener un perro en casa te indicamos una serie de consideraciones a modo de reflexión que hay que tener en cuenta a la hora de valorar si realmente estás dispuesto a asumir todo aquello que conlleva su cuidado, atención, educación y demás necesidades que ellos requieren, tanto en el presente como en el futuro.

Estamos hablando de responsabilidades, que se adquieren una vez que el animal entra a formar parte de nosotros y de nuestra vida. A las que hay que responder con dedicación y cariño, pues no hay otra manera para poder llevarlas a cabo.

Debemos tener en cuenta que un perro no es un objeto, ya sea de posesión o de lujo, es una criatura con emociones y sentimientos, es decir, afectos, ellos nos van a dar todo, compañía, fidelidad, amor, etc. ¿estamos seguros de que nosotros podemos darle lo mismo a ellos? Esta es la primera pregunta que debemos hacernos.


Para dar un choque a nuestras conciencias diremos que todos los años se produce una terrible y dolorosa realidad, cada 3 segundos es abandonado a su suerte y en cualquier lugar un animal de compañía en España, esta situación además se acrecienta en los meses de verano con motivo de las vacaciones.

Organizaciones como La Federación de Asociaciones de Protección Animal de Madrid, han denunciado y puesto la voz de alarma ante esta circunstancia, debido también al colapso que sufren las protectoras de animales desbordadas por el creciente número de mascotas desamparadas a las que no pueden albergar y que quedan sin refugio y protección.

Dicho esto, la siguiente pregunta sería, si estamos dispuestos a compartir nuestros momentos de descanso, días libres, vacaciones, etc. con nuestros animales, llevárnoslo de viaje, buscar hospedaje apto para ellos y en todo caso, buscar un lugar donde puedan residir hasta nuestro regreso.

Si es imposible llevarlos con nosotros, como pueden ser casas de familiares, albergues, etc. Es importante que seamos sinceros con nosotros mismo para tomar la decisión correcta, la vida de un animal depende de este acierto.

En cuanto a sus cuidados tenemos que tener en cuenta que la vida de las mascotas, en este caso nuestro perro, podemos dividirla al igual que ocurre con los humanos en tres etapas, estas son, la de cachorro, joven-adulta y la de la vejez. Cada una de éstas requiere por si unos cuidados y atenciones que tenemos que considerar.


- En la etapa de cachorro, nos toca registrarlo con el chip correspondiente y abrirle la cartilla de vacunas en la clínica veterinaria que consideremos conveniente, estos pasos son obligatorios en nuestro país. Hasta las 16 semana hay que inyectarle 5 vacunas, que son, Triple, Parvovirus, Refuerzo de la Triple, Refuerzo de Parvovirus y Rabia. Luego quedará reducido a 3 anuales, rabia, Parvovirus y triple.

En esta etapa vamos a tener a una criatura que va a ser juguetona y sobre todo traviesa, nos puede romper alguna maceta, morder y agujerear algo de ropa, rallar algún mueble, entre otras cosas, además de hacer sus necesidades en casa. Por ello también tenemos que estar preparados para cualquier accidente. Es una etapa que requiere mucha dedicación y paciencia, ya que también empieza la de adiestramiento y educación. Requiere también una alimentación especial para cachorros, más nutritiva que le aporte lo necesario para el crecimiento y desarrollo.

- En la etapa joven-adulta, nos vamos a encontrar con una mascota que hay que sacarlo a la calle dos veces al día para que haga sus necesidades, que necesita ejercicio y deporte para el bien de sus musculatura, por lo que hay que dedicarle un cierto tiempo a actividades en las que puedan correr, saltar, etc. Además de proseguir con su educación y adiestramiento.

- En la etapa de vejez nos vamos a encontrar, al igual que ocurre con los seres humanos, que va a necesitar más cuidados, van apareciendo enfermedades y dolencias, supone tratamientos y visitas más continuadas al veterinario. En las últimas fases de su vida nos necesitarán completamente, puede haber momentos en los que no se pueda desenvolver por sí mismo y especialmente requieren más de nuestro cariño y atención.

- Común a las tres etapas, está el hecho de que necesitan comer de 1 a 2 veces diarias, baños con champús especiales antiparasitarios y pulguicidas, peinado y cepillado, cuidado de los dientes, pipetas mensuales anti garrapatas y otros parásitos, collar antimosquitos, sobre todo contra el Leishmaniosis y Filariosis, cada 4 o 6 meses, antiparasitarios digestivos cada mes, además de las vacunas mencionadas y otras posibles circunstancias que puedan sobrevenir y que requieran la visita al veterinario.

Entonces nos queda la última y definitiva pregunta ¿estás dispuesto a asumir por tu amor a los perros todas estas necesidades y responsabilidades?

Así que esperamos que reflexiones a la hora de tener un perro y toma una decisión correcta.

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