lunes, 7 de abril de 2014

Las bayas de goji ¿sí o no?

El goji es un arbusto que aunque tiene su origen en los valles del Himalaya, está especialmente extendido en Asia, en países como Tibet, China, Corea y Japón entre otros. Las bayas goji que nosotros conocemos, se recogen de las ramas de este arbusto, se lavan y se ponen a secar, una vez disecadas se envasan y comercializan. En sus países de origen se suelen comer natural como postre o bien en ensaladas o sopas.

Su apariencia es una mezcla entre uva pasa y ciruela, sobre todo se destaca por su color rojizo.

Las bayas de goji se conocen y utilizan desde hace miles de años tanto en el Tibet como en China, hay referencias de su utilidad médica y poder curativo en textos médicos antiguos, así como en otros relatos tradicionales y religiosos.

Estos frutos suponen un complemento nutritivo muy importante y beneficio para nuestro organismo. Está compuesto por un 65% de carbohidratos. Ácidos esenciales como el linoleico. Aminoácidos. Minerales como el hierro, calcio, potasio, magnesio, fósforo, zinc. Oligoelementos. Sobre todo es una fuente importante de vitaminas, contiene vitamina C, B y carotenos.

De esta composición resulta una de las propiedades más valoradas del goji, la del efecto antienvejecimiento. Además nos ayuda y protege la vista, nos previene de cataratas y otros problemas oculares, nos protege contra los rayos ultravioleta.


Al tener propiedades antioxidantes nos ayuda y protege el sistema cardiovascular, contiene también el beta sitosterol que hace disminuir los niveles de colesterol y kukoamina una sustancia hipotensora para problemas de tensión alta.

Tiene un gran efecto sobre el sistema inmunológico potenciando su acción.

Sirve como un gran complemento por su alto nivel nutricional a la hora de realizar dietas de adelgazamiento, ayudando a mantener nuestro cuerpo en las mejores condiciones.

Las bayas de goji experimentaron en poco tiempo un fuerte incremento en su demanda y consumo, se presentó ante el consumidor como un elemento imprescindible en nuestra dieta además de como una panacea para curar todas las enfermedades y problemas de salud. También se explotó al máximo de lo posible y exagerando hasta límites insospechados su propiedad de antienvejecimiento tan demandada por muchas personas.

Esta fuerte demanda propicio la entrada a gran escala y de forma masiva de bayas goji a nuestros mercados, principalmente proveniente de países como China, en la que sabemos que los medios de producción utilizados muchas veces no reúnen los requisitos sanitarios que se exigen en la Unión Europea y en otros países.

Así nuestras tiendas se inundaron de goji al mismo tiempo que organismos sanitarios, como la FDA en América, además de organizaciones de consumidores, como la OCU en España, alertaban de que los análisis realizados a estos productos detectaban altos contenidos en plaguicidas y otras sustancias tóxicas para la salud que estaban prohibidos legalmente. Los medios de comunicación también se hicieron eco rápidamente de esta noticia, infundiendo temor a la población con respecto al consumo del goji y recomendando prudencia en su utilización.

Por nuestra parte decimos “sí a las bayas de goji”. Aconsejamos el consumo de goji de una forma racional y equilibrada, adquiriendo lo de producción ecológica, para evitar los riesgos antes referidos.

Sobre todo, el goji no es la panacea que todo lo cura o el alimento perfecto que todo lo contiene, es simplemente un producto de propiedades muy completas y beneficiosas para la salud. Nada más y nada menos.

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