Aguacate ¡Sí gracias!
El aguacate es una de las frutas más completas que existen en cuanto nutrientes y propiedades.
Su nombre proviene de la palabra azteca “ahuacatl”, por lo que podemos constatar su origen americano.
El aguacate tiene una alta composición en grasas, más de 70% son grasas monoinsaturadas, que son beneficiosas para la salud, de hecho disminuyen los niveles del llamada colesterol malo, en especial el ácido oleico es muy importante para ayudar a combatir las enfermedades cardiovasculares.
Tienen un gran contenido en ácidos grasos omega 6 y omega 3, son los llamados esenciales porque nuestro organismo no puede crearlos y hay que tomarlos con el alimentos, además de ayudar en los procesos cardiovasculares son recomendable para la mujer durante el embarazo porque intervienen en el desarrollo cerebral, presión arterial, órganos reproductores y metabolismo del feto.
Contiene más de 20 vitaminas, entre ellas vitamina C, varios tipos de vitaminas B, vitamina E, vitamina D. La vitamina E es importante para combatir el alzheimer y otras enfermedades degenerativas. La vitamina B6 ayuda a combatir procesos de nerviosismo, stress, insomnio, depresión, etc. La vitamina D es necesaria para que el organismo pueda adsorber en especial calcio y fósforo, muy importante para la fortaleza de huesos, piel, uñas y pelo.
El aguacate está compuesto por un gran número de minerales, entre ellos podemos destacar, el potasio, del que tiene más contenido que un plátano, fósforo, magnesio, calcio, tan importantes para el buen desarrollo y funcionamiento de nuestro organismo.
Todos estos nutrientes hacen del aguacate un potente anticancerígeno, hay estudios científicos que avalan la propiedad de inhibir y disminuir células cancerígenas.
Por todo ello te invitamos a consumir aguacate, si es posible por lo menos uno al día, ya sea en ensaladas, o untado en tostada, o simplemente sólo como cualquier fruta, para que te puedas beneficiar de todas sus propiedades para el bien de tu salud.
Por último indicarte que para comer el aguacate debe estar maduro, para conseguirlo puedes envolverlo en papel, o ponerlo en un frutero a temperatura ambiente, sabrás que está maduro si al tocarlo lo sientes blando, entonces ya puedes ponerlo en refrigeración en el frigorífico, si por algún motivo vas a guardar una parte te recomendamos que la rocíes con zumo de limón para que no se obscurezca al contacto con el oxígeno, y cubrirlo con papel plástico o cualquier recipiente cerrado.
Nada más, mucha salud y que te aproveche!!!
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