lunes, 7 de abril de 2014

Los robots, la revolución del futuro y la medicina

El avance del desarrollo tecnológico está implícitamente unido al progreso y evolución de la robótica, de hecho, el uno sin el otro no podrían llevarse a cabo. Hoy en día no nos podemos imaginar los procesos de fabricación en nuestras industrias sin estás máquinas robóticas, que facilitan y aceleran el trabajo, minimizan los costes, reducen la posibilidad de error y perfeccionan el producto final.

Pero hay una clara ambigüedad por parte de los científicos y especialistas, en definir el concepto de robot y por tanto a qué se le puede denominar como tal. Podemos decir que robot es aquella máquina artificial programada para realizar ciertas funciones específicas por sí misma, que tiene la capacidad de moverse o por lo menos articular algunas de sus partes, con lo que puede manipular su entorno y además muestre un comportamiento inteligente.


En este sentido el campo de la robótica ha evolucionado de tal manera que se han llegado a construir los robots que imitan tanto la fisonomía, como el comportamiento animal y lo que es aún más sorprendente, se han llegado a realizar a “imagen y semejanza del hombre”.

En este sentido nació NAO, hace ya más de 3 años, un robot de forma similar a la humana que forma parte del proyecto de la universidad Hertfordshire, está creado para desarrollar y expresar emociones tales como miedo, tristeza, felicidad, orgullo, a través de la expresión corporal. Está preparado para interactuar con los humanos y crea vínculos. Puede bailar, caminar y moverse.

También tenemos el robot ASIMO de 1,30 m de estatura y apariencia de astronauta, creado por la empresa Onda hace más de 10 años, se sigue perfeccionando día tras día, en el 2011 ya contaba con habilidades propias de un niño en proceso de crecimiento, correr, andar sobre sus pies a 6 km por hora, servir bebidas, reconocer su nombre, reconocer rostros de personas e interpretar gestos.

Actualmente estos avances en la robótica se están enfocando sobre todo al terreno de la medicina y en la de mejorar y ayudar en situaciones de necesidad que requieran una atención especial, en cuanto a tratar de favorecer el mundo de la comunicación personal y facilitar y propulsar el mundo de las relaciones humanas.


Como ejemplo, tenemos la experiencia en una guardería de Inglaterra donde los profesores han notado la influencia del robot Kasper, al interactuar con niños autistas en el desarrollo del aprendizaje y la mejora de habilidades comunicativas. Kasper tiene forma humanoide y ha sido creado por ingenieros de la Universidad de Hertfordshire, su manera de ayudar a estos niños es la de emitir gestos y frases repetitivas, todo el tiempo que sea necesario, dando posibilidad con ello de que asimilen y aprendan.

En Japón se ha utilizado el robot Paro, que tiene forma de cría de foca, para mejorar el estado de ánimo de ancianos con los que interactúa y hace compañía, así también alivia de situaciones de nerviosismo y estrés a pacientes y a las personas que los atienden. También ha resultado muy beneficioso para paliar los efectos traumáticos de las personas que sufrieron el terrible terremoto del 2011.

Con estas experiencias positivas en el marco de la salud y de las relaciones humanas se ha creado el proyecto Multi-Robot Cognitive Systems Operating in Hospitals (MOnarCH) en el que cuenta entre sus investigadores participantes con la Universidad Carlos III de Madrid, tiene como motivo la de desarrollar robots para que interactúen y se relacionen con niños ingresados en la planta pediátrica del hospital del Instituto Portugués de Oncología de Lisboa. Buscando con ello el mejoramiento anímico y físico que puedan experimentar estos niños en su relación y convivencia con estos robots humanoides.

Como vemos el futuro está cada vez más cercano y tiene nombre de robot.

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